Hoy vamos a hablar de una de las ramas de la fisioterapia que es poco conocida. Normalmente es conocida por aquellas personas que la han necesitado o tienen algún familiar, amigo o conocido que la ha necesitado.
A rasgos generales, la fisioterapia respiratoria es prescrita para conseguir una serie de objetivos en nuestro sistema respiratorio, así como en el aparato musculo-esquelético intrínsecamente relacionado (columna vertebral, parrilla costal, músculos respiratorios, etc.), entre otros:
- Eliminación del exceso de secreciones bronquiales.
- Ventilación adecuada de todas las áreas pulmonares.
- Reeducación de la dinámica respiratoria.
- Mejorar la frecuencia respiratoria.
- Etc.
En días como en los que nos encontramos, donde mucha gente ha necesitado hospitalización por tener complicaciones respiratorias por infección del COVID-19, estas pautas son necesarias durante el tiempo de internamiento, pero también con posterioridad al alta para evitar secuelas respiratorias.
Por eso vamos a proponer una serie de ejercicios respiratorios, que pueden realizar tanto nuestros niños como nosotros mismos, para mantener un sistema respiratorio sano, fuerte y entrenado.
Respiración diafragmática. Este tipo de respiración es la que normalmente deberíamos desarrollar en nuestro día a día. Para concienciarnos de ella nos tumbaremos boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Colocaremos una mano en el abdomen y la otra sobre nuestro pecho. Cuando cojamos aire por la nariz tendremos que notar que el abdomen se hincha y que la mano del pecho permanece inmóvil. Cuando soltemos el aire por la boca, el abdomen vuelve a su posición inicial.
Cuando seamos conscientes del tipo de respiración podremos practicarlo en distintas posiciones (sentado, de pie, a cuatro patas, etc.) o añadiendo un peso en nuestro abdomen, lo que nos provocará un entrenamiento más intenso de nuestra musculatura inspiratoria.
Respiración costal. Este tipo de respiración es la que realizamos cuando al coger aire hinchamos nuestro pecho en vez de nuestro abdomen.
Para practicar y concienciarnos de este tipo de respiración lo haremos igual que el ejercicio anterior pero ahora el objetivo al inspirar será que se eleve la mano que tenemos en el pecho, en vez de la que tenemos en el abdomen.
Podemos practicar este tipo de respiración en distintas posiciones como en el caso de la respiración diafragmática.
Expansiones torácicas. El objetivo de estos ejercicios será mantener la elasticidad y movilidad de la caja torácica, para ello vamos a realizar movimientos de los brazos al mismo tiempo que realizamos respiraciones tanto diafragmáticas como costales. Los ejercicios se pueden realizar tumbado boca arriba, pero lo ideal es también poder hacerlos sentado en una silla.
1. Elevaciones de brazos. Realizamos una elevación de los brazos al mismo tiempo que cogemos aire, y los bajamos durante la inspiración. Cuando tengamos un poco de entrenamiento podemos añadir un pequeño peso.
2. Apertura de brazos. Realizamos elevaciones laterales de los brazos cuando inspiramos y los bajamos cuando soltamos el aire. Al igual que el ejercicio anterior se puede añadir un pequeño peso distal.
3. Inclinaciones laterales. Realizamos una inclinación del tronco al mismo tiempo que subimos el brazo contrario al lado al cual nos inclinamos. Cogemos aire cuando nos inclinamos y soltamos aire cuando volvemos a la posición inicial.
4. Rotaciones de tronco. Cogeremos aire cuando rotemos el tronco hacia un lado (acompañamos el movimiento con los brazos) y soltamos cuando volvemos a la posición inicial.
5. Círcunducciones de brazos. Se trata de dibujar círculos amplios con los brazos. Cogemos aire cuando abrimos los brazos y soltamos para volver a la posición inicial.
Entrenamiento fuerza musculatura espiratoria. El objetivo de este tipo de ejercicios es tener una musculatura espiratoria fuerte y entrenada para que sea eficiente en sus principales funciones como son la tos, expectoración y respiraciones forzadas.
1. Hinchar globos de distinta resistencia.
2. Soplar velas colocadas a 1 metro de distancia.
3. Soplar con los labios fruncidos.
4. Soltar aire durante un número de segundos determinado (8, 9 ó 10 segundos).
5. Hacer pompas de jabón.
6. Soplar a través de pajitas para empujar bolas.
Estas pequeñas pautas ayudan para que nuestro sistema respiratorio esté sano y sea fuerte y resistente.
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