Después de mucho tiempo en casa a causa del confinamiento nos ha llegado la hora de poder salir con nuestros hijos para que les de el sol, respiren un poco de aire y, sobre todo, para que hagan un poco de deporte y así eviten el desacondicionamiento físico que estamos padeciendo todos. Incluso nuestros hijos lo sufren y seguramente os habréis dado cuenta que se cansan más que antes del encierro.
Si a todo esto le añadimos que algunos niños y niñas presentan algún tipo de necesidad especial, bien por distintas capacidades motoras, cognitivas o ambas, está claro que el problema del desacondicionamiento es aún mayor y más preocupante para los padres y madres.
Por eso muchos de nosotros hemos salido intentando aprovechar al máximo la hora, que estén activos con bicicletas, patinetes, patines, corriendo, etc. Pero hay que tener en cuenta que la vuelta a la actividad física debe ser paulatina para evitar la aparición de fatiga, dolencias musculares (agujetas), que lo vean como una obligación, en vez de como algo lúdico y de esparcimiento y demás inconvenientes.
Por eso es importante que se empiece por una actividad suave, como caminar o montar en patinete. También es importante pautar pequeños descansos si el niño lo necesita o incluso volver antes a casa si vemos que es necesario. Una vez que el niño se haya acostumbrado al ritmo de salidas es importante que en ese tiempo para ellos hagan actividades que les gusten y les haga disfrutar de la actividad física.
Entonces ¿qué se puede proponer?
Pasear. Es ideal como actividad física inicial y siempre que les guste. Para aquellos que utilicen algún tipo de dispositivo para desplazamiento, como un andador, es bueno que empiecen a realizar pequeños desplazamientos y que se les pauten descansos ya que su marcha requiere mucho mayor gasto energético.
Para aquellos niños que vayan en silla de ruedas y puedan autopropulsarla hay que fomentar que así lo hagan, inicialmente por terreno llano, incluyendo giros y cambios de dirección y posteriormente aumentar la dificultad con pequeños desniveles.
Patinetes. Es una actividad que para iniciar, también es buena, ya que no implica mucho esfuerzo físico (siempre que se vaya en llano). Al existir diferentes modalidades de patinetes que van desde más estables (tres ruedas) hasta menos estables (dos ruedas), pueden ser usados por casi todos los niños que consiguen una bipedestación estable. Incluso aquellos niños que no tienen toda la estabilidad pueden ser ayudados por sus padres para que puedan beneficiarse de este juguete que trabaja la estabilidad y el equilibrio.
Bicicletas. Al igual que los patinetes pueden ser usadas por los niños con mayor estabilidad y por los que no saben montar (añadiendo los ruedines).
Balones y pelotas. A pesar de no poder relacionarse con otros niños, con los balones y pelotas se pueden hacer muchos juegos, desde jugar a pasarse el balón con manos y con pies, meter gol entre dos marcas, jugar al voley, jugar al tenis o al pádel, etc.
Escondite. Se puede jugar tanto a la versión original donde uno cuenta y los demás se esconden o también al escondite inglés. Éste último se puede complicar un poco si ponemos la regla de que cuando estamos quietos sólo podemos apoyarnos en un pie.
Rayuela. Es un juego perfecto y muy divertido. Consiste en dibujar 10 casillas que hay que ir saltando de distinta manera en función de donde caiga la piedra que has tirado inicialmente. Aquí os dejo el video.
Saltar a la comba. Otro de los juegos tradicionales y es perfecto para estos días. Se puede perfeccionar la técnica y saltar no sólo hacia delante, sino también hacia detrás, con un solo pie, los dos juntos, etc.
Como veis hay multitud de cosas que los niños pueden hacer sin acercarse a los parques y demás mobiliario urbano.
Comentarios
Publicar un comentario