Siguiendo con las rutinas de relajar a nuestros hijos e hijas a través del masaje, casi siempre pensamos en masajes en la espalda, abdomen, piernas, pies..., pero pocas veces pensamos que un masaje en la cara puede ser muy positivo para alcanzar nuestro objetivo de relajación. Por esta razón vamos a centrarnos en el masaje relajante de cara.
La cara suele ser un centro de cúmulo de tensiones y emociones, por eso el masaje en esta zona va a conseguir un efecto muy positivo en la liberación de todo este tipo de sentimientos que se quedan fijados en la musculatura y en nuestros gestos.
Abrir un libro sobre la frente. Esta maniobra la podemos hacer con todos los dedos juntos, pero es más fácil llevarlo a cabo con los pulgares. Realizaremos un suave estiramiento de la piel de la frente desde el centro hacia los lados.
Deslizamiento sobre cejas. Con nuestros pulgares haremos una maniobra como la anterior, pero sobre las cejas.
Deslizamiento por los lados de la nariz. Con los pulgares desde el puente del tabique nasal se desliza presionando ligeramente hacia abajo hasta llegar a las mejillas o pómulos y bordear éstos.
Sonrisa. Trazamos una sonrisa con los pulgares desde el centro hacia los lados, primero por encima del labio superior y después el labio inferior.
Círculos alrededor de la mandíbula. Trazar círculos con las puntas de los dedos desde la barbilla hacia las orejas.
Rodear orejas. Con las puntas de los dedos pasamos por encima y detrás de la oreja terminando debajo de la barbilla. Con esta maniobra conseguiremos relajar la mandíbula.
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